Clínica Dr. Sala

Especialisata en Cirugía Ortopédica y Traumatología
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Foro Clínica de COT - Tema Lesiones traumatológicas

Fractura de cadera (pertrocantérica) - Comentar ...


¿Que es la cadera?

La articulación de la cadera (coxofemoral) consta de dos superficies: una cavidad de la pelvis (hueso coxal) que sirve de acople a la parte mas superior del fémur. Estos dos huesos, la pelvis y el fémur, forman la cadera. La cavidad articular está aislada por la cápsula y contiene el líquido sinovial.
 
 

¿Qué es la fractura pertrocantéica de cadera?

Esta fractura se produce en la zona proxima del fémur y por fuera de la cavidad articular. Es una de las fracturas mas frecuentes y se relaciona con la osteoporosis. Junto con las fracturas de muñeca y vértebras, la fractura de cadera constituye un problema de salud pública.
 

 

¿Cuál es el tratamiento de la fractura pertrocantérica?

La fractura pertrocantérica supone un riesgo vital indirecto para los pacientes, que suelen ser personas mayores de sesenta años. La hemorragia que se produce por la misma fractura disminuye la hemoglobina en sangre, perjudicando la oxigenación de todo el cuerpo por lo que se entorpecen todos los procesos biológicos. Por ello es que frecuentemente es necesario transfundir sangre, sobre todo en personas que ya tienen algo de anemia. Otro problema de esta fractura es que la persona no volverá a caminar a menos que se le opere. Y cuanto antes se le intervenga, mejor porque el deterioro de todos los órganos será menor.

¿En qué consiste la intervención para la fractura pertrocantérica?

Dependiendo del tipo concreto de fractura, dentro de las pertrocantéricas, el cirujano puede elegir un método particular. En general el objetivo es lograr una fijación firme que permita al paciente sentarse, ponerse de pie y caminar cuanto antes. En nuestro caso elegimos colocar un clavo por dentro del fémur, que lleva un tornillo que sujeta firmemente la parte articular del hueso.
 

Una vez intervenido, el paciente debe sentarse y ponerse de pie lo antes posible, al día siguiente o a los dos sías. La rehabilitación en estos casos es fundamentalmente andar.
Autor: Diego Sala

Lesiones meniscales de rodilla - Comentar ...


Uno de los motivos más frecuentes de consulta en Cirugía Ortopédica y Traumatología es el dolor de rodilla producido por lesiones de los meniscos.

Explicaremos en qué consiste esta patología y las opciones terapéuticas de las que disponemos.

¿Qué son los meniscos? ¿Qué función tienen?

Los meniscos son dos estructuras con forma de semiluna compuestas por tejido fibrocartilaginoso. Se encuentran localizados en la articulación de la rodilla entre el fémur y la tibia, a modo de almohadillas.

Los meniscos tienen diferentes funciones:

  • Transmisión de cargas

  • Absorción de choques

  • Aumento de la congruencia articular

  • Propiocepción

¿Cómo se lesionan los meniscos?

La lesión de los meniscos se produce generalmente por accidentes deportivos o de la vida diaria y puede ir asociada a lesión de los ligamentos de la rodilla y a lesiones en el cartílago de la superficie articular.

La rotura de los meniscos produce alteraciones en la transmisión de cargas y por lo tanto favorece el desgaste articular precoz.

La lesión meniscal es más frecuente en varones, y afecta sobre todo al menisco interno.

Cuando existe una lesión aguda del ligamento cruzado anterior se lesiona con más frecuencia el menisco externo.

Pueden aparecer roturas en meniscos con degeneración previa.

¿Cómo se diagnostica una lesión meniscal?

Lo más importante es realizar una adecuada historia clínica. El paciente puede referir un giro de rodilla con la rodilla en semiflexión, episodios de bloqueo, chasquidos, derrame articular o incluso pérdida de movilidad, especialmente pérdida de extensión completa.

En la exploración podemos encontrar derrame articular, atrofia muscular en lesiones crónicas o pérdida del rango articular.

Existen diferentes maniobras para explorar los meniscos. Generalmente se produce dolor a la palpación de la interlínea articular que se corresponde con el menisco lesionado con o sin chasquidos al realizar rotaciones de la tibia y compresión axial sobre la articulación.

La exploración clínica nos aporta mucha información para la sospecha de una lesión meniscal pero, además, podemos realizar puedas complementarias que ayuden a realizar un diagnóstico correcto y descartar lesiones asociadas. Las pruebas más utilizadas son la radiografía simple y la resonancia nuclear magnética (RNM):

  • La radiografía simple: puede mostrar signos de pinzamiento articular y cambios degenerativos. Las radiografías en carga aportan información sobre el eje de los miembros inferiores para diagnosticar alteraciones en la carga que pueden comprometer a la articulación y a los meniscos. Nos ayuda a descartar lesiones óseas asociadas.

  • La RNM: Es la técnica de elección para el diagnóstico de las lesiones de los meniscos. Con ella se pueden objetivar las roturas de menisco, su forma y localización. Es muy importante correlacionar los hallazgos de la RNM con la clínica del paciente, ya que no todas las lesiones meniscales o degeneraciones meniscales producen clínica.

¿Cómo se pueden tratar las lesiones de los meniscos?

Cuando una lesión de menisco produce un bloqueo articular, limitando la movilidad de la rodilla, se debe realizar una reducción de la lesión mediante manipulaciones y anestesia si es preciso. En ocasiones es necesario realizar una cirugía urgente.

Una lesión aguda, sin bloqueo de rodilla puede tratarse mediante artrocentesis en caso de derrame articular importante, vendaje compresivo, reposo, hielo, antiiflamatorios y elevación de la extremidad.

En el tratamiento general de las lesiones de menisco podemos realizar:

  • Tratamiento conservador:

Indicado en lesiones degenerativas que no producen síntomas mecánicos. Y en lesiones parciales y estables que no producen síntomas. También se debe realizar este tratamiento en pacientes en los que sus condiciones generales no les permitan someterse a un tratamiento quirúrgico.

  • Tratamiento quirúrgico:

Hoy en día el tratamiento quirúrgico de las lesiones meniscales se realiza mediante cirugía artroscópica, con incisiones pequeñas en la articulación de la rodilla. La técnica utilizada se denomina meniscectomía, y en ella se realiza una resección de parte del menisco, por lo que se trata de una meniscectomía parcial.

La mayor parte de las lesiones de los meniscos se producen en su borde libre, que tiene poca capacidad de regeneración, por lo que el tratamiento consiste en resecar la parte del menisco que está lesionada. Debemos intentar conservar la mayor parte del tejido sano del menisco para que continúe ejerciendo su función en la rodilla y no se desarrolle una degeneración precoz de la articulación.

En algunos casos seleccionados, sobre todo en pacientes jóvenes, deportistas y con lesiones en la zona periférica del menisco, con mayor capacidad de cicatrización, se puede realizar sutura meniscal.

Para mayor información y valoración de tratamiento, solicite cita con nosotros.


Autor: Nadia Jover

Lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) - Comentar ...


¿Qué son los ligamentos cruzados de la rodilla?

El ligamento cruzado anterior (LCA) y el ligamento cruzado posterior (LCP) son dos ligamentos que se encuentran en el interior de la rodilla, en profundidad en el centro de la articulación. Se cruzan entre sí y por eso los llamamos cruzados. Mientras que los tendones unen un músculo con un hueso, los ligamentos unen dos huesos entre sí. El LCA une el femur a la tibia y se dirige de atrás adelante, mientras que el LCP se dirige de delante en el femur hacia la zona posterior de la meseta tibial. La función de los ligamentos cruzados es la de estabilizar la rodilla y dirigir su movimiento de flexión y extensión como si fueran dos tirantes.

¿Cómo se lesiona el LCA?

La lesión de un ligamento se llama esguince, que puede ser microscópico, parcial o completa. Siempre se produce cuando se fuerza el movimiento articular mas allá del límite de resistencia de los ligamentos, así ocurre también con el LCA. Un golpe en la cara externa de la rodilla con el pie apoyado fuerza la rodilla a abrirse de forma anormal, en su parte interna, y provoca lo que se conoce como tríada de la rodilla: lesión del ligamento lateral interno, rotura de la zona periférica del menisco interno y rotura del LCA.
Autor: Diego Sala

Fractura de clavícula - Comentar ...


La fractura de clavícula es una lesión frecuente cuando se practica deporte de contacto, ciclismo y motociclismo. Entre las fracturas de clavícula, la más frecuente es la que se produce en su zona media (diáfisis). También puede fracturarse en su zona más lateral o dislocarse (luxarse) en su unión con el Omóplato (escápula o paletilla).

¿Cómo se produce la fractura de clavícula?

La fractura de clavícula suele producirse por un mecanismo indirecto que se produce más frecuentemente por una caída sobre la zona lateral o posterior del hombro. La fuerza del impacto comprime la clavícula y hace que se rompa o se luxe del punto de unión con el Omóplato.

¿Qué síntomas tiene y cómo se diagnostica la fractura de clavícula?

Además de la contusión o excoriación en la zona lateral del hombro por el impacto de la caída, la fractura de clavícula produce también una deformidad en el hombro. Si la fractura es diafisaria, los fragmentos se desvían hacia arriba causando una prominencia en el hueso. Si por el contrario la fractura es más lateral, la prominencia estará mas cercana al hombro. El paciente presenta imposibilidad para mover el hombro debido al dolor. También se produce hinchazón en la zona, hematoma y sensación de crujido al intentar girar el hombro debido a la movilidad de los fragmentos fracturados.

¿Cuál es el tratamiento de la fractura de clavícula?

El tratamiento inicial es inmovilizar el hombro con un cabestrillo, pautar analgésicos y aplicar frío en la zona. Esto puede ser suficiente como tratamiento definitivo en fracturas mínimamente desplazadas, de baja energía, en las que no se ha producido tampoco daño muscular ni ligamentoso asociado. En este caso, tres semanas de inmovilización seguidas de tres semanas de retirada progresiva del cabestrillo pueden ser suficientes para lograr una buena curación.
 

Fractura diafisaria de clavícula tratada mediante fijación con placa atornillada

Una semana después de la intervención el paciente es capaz de mover completamente el hombro.


Autor: Diego Sala

Fascitis plantar - Dolor en la planta del pie - Comentar ...


El dolor en la planta del pie, supone un motivo frecuente de consulta en Traumatología. Existen múltiples causas pero la más frecuente es la fascitis plantar que vamos a explicar a continuación.

¿Qué es la fascitis plantar?

La fascitis plantar por definición es una inflamación de la fascia plantar. La fascia plantar (Imagen 1) es una banda de tejido conectivo que se extiende desde el hueso calcáneo hasta la base de los dedos del pie y sirve como soporte del arco del pie para caminar y absorber el peso y la presión. Hay que diferenciarlo del espolón calcáneo (Imagen 2) que es un crecimiento del hueso calcáneo en forma de punta frecuentemente. El espolón no es la causa del dolor en la planta del pie. Existen pacientes con dolor que no tienen espolón y existen pacientes con espolón que no tienen dolor. Se piensa hoy en día que es una consecuencia de la fascitis plantar.
fascia plantar
Imagen 1. La fascia plantar va desde el hueso calcáneo hasta la base de los dedos
espolón calcáneo
Imagen 2. La flecha roja indica el espolón calcáneo

¿Por qué se produce?

Un sobreuso prolongado o pequeños traumatismos repetitivos se pueden producir al realizar ciertas actividades como correr, saltar, bailar, etc. En consecuencia, se producen pequeñas roturas en la fascia e inflamación causantes del dolor.

¿Qué síntomas tiene?

Consiste en un dolor en la planta del pie. Es típico que el dolor sea mayor con los primeros pasos de la mañana y vaya mejorando cuanto más se camina. Aunque el dolor puede ser continuo si el paciente lleva con dolor mucho tiempo. El dolor empeora si se ha estado mucho tiempo de pie o se ha andado mucho. Al final del día puede aumentar de nuevo el dolor.

¿Cómo se diagnostica?

Para el diagnóstico es suficiente que los síntomas del paciente concuerden con los explicados anteriormente y que la exploración descarte otras posibles enfermedades. No es necesario realizar pruebas complementarias para diagnosticar la fascitis plantar, pero en ocasiones, pueden solicitarse para descartar otras enfermedades si el diagnóstico no está seguro (radiografías para descartar fracturas por fatiga, analíticas de sangre para valorar infecciones u otras enfermedades, electromiografía para valorar compresiones de nervios que pueden confundir por los síntomas, etc.)

¿Qué tratamientos existen?

Hay muchos tratamientos posibles pero no todos tienen una eficacia demostrada. El tratamiento dependerá del grado de dolor y del paciente. En los casos más leves o iniciales se puede empezar el tratamiento con:
  • Antiinflamatorios.
  • Fisioterapia: ejercicios de distensión de la fascia y el tendón de Aquiles.
  • Plantillas si se padece pie plano o pie cavo. Las taloneras tienen una mejoría dudosa y pueden empeorar el apoyo para andar.
En todo caso, para mayor información y opciones de tratamiento solicite consulta con nosotros
Autor: Lorena García

Resonancia magnética en lesiones meniscales - Comentar ...


Doctor, he leído el informe de la resonancia magnética (RM), dice que tengo el menisco roto. ¿Qué significa?

Por lo general le digo a los pacientes que lo que significa es que no debería haber leído el informe porque está escrito en lenguaje técnico, por un especialista que no lo ha visitado ni explorado a él. El informe radiológico debe ponerse en el contexto clínico del paciente. Algún paciente me objeta que el informe es sobre su rodilla, por lo que tiene todo el derecho de leerlo. Así es, tiene todo el derecho de leerlo y malinterpretar lo que en él está escrito. En cuanto a lo que se observa en una RM, hay que distinguir una alteración de señal en el menisco, que sugiere una lesión meniscal, de una imagen de rotura franca y, más aún, de una imagen de rotura inestable.

Qué tipos de roturas meniscales existen

En el artículo sobre lesiones meniscales se explican con más detalle pero, en general, se pueden clasificar en lesiones meniscales estables y lesiones inestables. En las estables existe una rotura visible en la RM pero sin alterar el la forma global del menisco; no necesariamente producen síntomas ni requieren una intervención sólo por su existencia. En las roturas inestables una parte del menisco se desplaza fuera de su sitio, la imagen del contorno meniscal está distorsionada, hay un fragmento del menisco fuera de su lugar. Estas lesiones inestables producen con frecuencia derrames sinoviales inflamatorios de repetición y bloqueos de la articulación. Un bloqueo que no es simplemente un chasquido sino la imposibilidad para estirar o doblar del todo la articulación por un tope fijo y doloroso. Un derrame articular no es la sensación de hinchazón sino la presencia de líquido en exceso dentro de la rodilla. Por cierto, a pesar de que le llamemos derrame, el líquido no se derrama ni se sale de ningún sitio, ni se pierde. Cuando la articulación está inflamada la membrana sinovial produce más líquido de lo normal, como el lagrimeo que se produce en una conjuntivitis, entonces aumenta la cantidad de líquido dentro de la rodilla. Al mejorar la inflamación, el líquido se reabsorbe espontáneamente.

Doctor, entonces, ¿me voy a quedar con el menisco roto?

Las indicaciones para intervenir un menisco son dos: que el paciente tenga bloqueos verdaderos de la rodilla y que tenga derrames sinoviales repetidos. Se puede añadir que, en un trabajador o deportista, el dolor en la zona del menisco le impida agacharse o ponerse de cuclillas frecuentemente. Es importante tener clara la necesidad de una intervención porque en el 90 por ciento de los casos lo que se hace es extraer la parte del menisco dañada, dejando por ello un menisco de menor tamaño y peor función. Existe un 10 por ciento de casos en los que está indicado hacer una reparación de la rotura del menisco. En Clínica de C.O.T. reservamos esta técnica para pacientes jóvenes con roturas agudas, localizadas en la zona del menisco que tiene vasos sanguíneos, con buenas probabilidades de curación. Los trasplantes meniscales e implantes sintéticos están todavía en una fase experimental, su beneficio real no está todavía bien demostrado. En resumen, es mejor tener su menisco aunque esté roto, siempre y cuando la lesión no sea inestable e interfiera regularmente en la actividad normal diaria, deportiva o laboral.

Autor: Diego Sala